Incontables son los casos en los que las empresas, cuyo principal objetivo es el de ganar dinero y maximizar sus beneficios a costa de lo que sea, así tenga que sacrificar la dignidad de sus trabajadores –y hasta la de sus más fieles trabajadores–, la integridad de sus clientes o el bienestar del medio ambiente. Pues bien, la historia que hoy traemos a Comuna Gatuna no es la excepción. Otro caso más en los que una empresa es la culpable de actos inmorales y que carecen de todo tipo de sentido común y de ética, como les ha sucedido a 19 trabajadoras de Centros Único, de depilación láser y medicina estética.
Antes de adentrarnos en lo que le han hecho a dichas trabajadoras, descubramos cómo es la empresa. Es una empresa que surgió hace 15 años bajo el propósito de darles alcance a todas las personas la oportunidad de “cuidarse, mimarse y mejorar cada día”. Por otra parte, dicen tener valores de empresa entre los que destacan el sentido común, criterio y la confianza del cliente en el proceso de tratamiento y cuyo compromiso abierto es el de “darte lo mejor para que lo cumplas. Y ponértelo todo así de fácil. Con la ayuda de expertos en belleza y de un equipo médico. Con ofertas y promociones. Queremos que disfrutes de todos los beneficios de la estética y de la medicina estética sin limitaciones”, a lo que añaden “si hace falta, te ayudamos a financiar tu plan”. Debemos tener muy en cuenta esta información y constatarla como un presente a lo largo de toda la lectura del artículo, ya que poco a poco iremos viendo cómo penosamente rompe con cada uno de sus principios, los cuales no parece cumplir con sus trabajadores. Vamos a descubrir por qué.
Todo comienza el 28 de agosto de este mismo año, cuando son citadas a reunión todas las área mánager o supervisoras territoriales de Centros Único, un total de 11 trabajadoras citadas a una reunión que antes de que se celebrara ya habría marcado el destino de todas ellas. En dicha reunión se les comunica su prescripción de la empresa salvo que acepten ciertas condiciones por motivos relacionados con falta de liquidez de la empresa y de solvencia, oferta que es planteada como un favor que le hace la propia empresa a las trabajadoras; claro que, ¿hasta qué punto esto era un favor? Las condiciones, totalmente insultantes para trabajadoras que llevaban en la empresa un mínimo de siete años y cuya mayoría superaba o igualaba la cifra de diez años a su servicio, consistían principalmente en una reducción de sueldo radical –una reducción que superaba los 1000€ con muchísima facilidad–, mantener ocupaciones de encargadas en centros que dependiendo de la localidad de cada trabajadora podía encontrarse hasta a unos 40 kilómetros de sus hogares, ser retiradas de sus “privilegios” como el kilometraje, el coche de empresa y de dietas. Otro punto clave a aceptar para mantener un puesto de trabajo dentro de la empresa sería el de revisar su horario de trabajo, que pasaría de ser de lunes a viernes a lunes a domingos con pausas respectivas sin especificar y a merced de los intereses propios de la empresa. Esto se resolvería con el despido de 9 de las 11 trabajadoras el 1 de septiembre. Hay que añadir a todo esto que las dos trabajadoras que no fueron despedidas fue porque una de ellas era área mánager de Centros Único en las Islas Canarias, se desconocen en un principio los motivos por los que no fue afectada, pero sí sabemos que no fue despedida; mientras que la otra trabajadora aceptó las condiciones por causas de antigüedad al estar recién ascendida y por las facilidades que llegaba a tener gracias a su proximidad al centro más cercano de Centros Único.
En la carta de despido que reciben les sorprende que a pesar de la intención de pagarles el finiquito no pueden hacerlo por falta de liquidez. ¿Pero hasta qué punto llega a ser ese el motivo por el cual no les pagan su dinero?
Esta pregunta surge de las actividades que ha estado realizando la empresa a lo largo de todo este tiempo y de los sucesos que han ido ocurriendo estos últimos meses. Pues la empresa contabiliza, además, un total de 50 despidos de distintos centros de estética y depilación láser con la que cuenta la empresa. 40 de estos trabajadores sí fueron indemnizados por parte de la empresa, lo que presenta la posibilidad del encubrimiento de un ERE desigual al no llegar a pagar a todos los trabajadores y las trabajadores de la empresa, resultando en un total de 19 personas –las 9 área mánager que ya conocemos y diez más que se suman en el mes de octubre, 6 de Burgos y 4 de Barcelona–, que han sido despedidas, humilladas y pisoteadas por una empresa sin escrúpulos y que por motivos aparentemente económicos son incapaces de dar un dinero que deben. ¡Pero claro, para gastar dinero en marketing y redes sociales sí hay, para contratar a otras personas dentro de aplicaciones que sirven para buscar demandas de empleo como Infojobs también hay, así como hay para repartir bonos! ¿Pero y quién les paga a estos 19 trabajadores y trabajadoras? ¿Quién les da lo que es suyo, su dinero merecido por años y años de servicio que sirven para qué, para que luego te pisoteen y te engañen de esta manera? ¡Es una vergüenza, un ultraje llevado a manos por las personas más frívolas que nos podemos llegar a imaginar! ¡Esos capitalistas interesados que sólo se preocupan de su vida propia y de la de su negocio!
A la hora de ahora siguen alegando en las conciliaciones falta de liquidez con la que poder pagarles, pero la imagen que dan es muy distinta a lo que realmente es; pues repetimos, siguen manteniendo su actividad habitual sino una mayor a la que suelen acostumbrar, invirtiendo más dinero que nunca en publicidad, marketing, promociones y bonos a largo plazo como si no debieran ningún tipo de dinero o como si no tuviera a 19 trabajadoras en total sin la posibilidad de recibir su dinero. ¡Y menos mal que 40 personas sí recibieron su indemnización, porque si no estaríamos hablando de algo muchísimo más serio si es que cabe de por si al haberles sido robadas la dignidad y honradez de las 19 trabajadoras que no han recibido su finiquito!
Hace pocos días han empezado a tomar acciones legales y han presentado una denuncia con el amparo de varios abogados y con la ayuda de ciertos sindicatos que esperemos le propicien alguna ayuda real a las trabajadoras que lo único que quieren es recibir un dinero que nadie les puede negar y que tienen todo el derecho a recibir, no a suprimir por falsos motivos que se escudan en la falta de sentido común y criterio, al contrario de como ellos se presentan en valores; pues ambos términos quedan harto olvidados en este caso tan claro.
Ellas son conscientes de dónde se meten al emplear acciones legales contra una empresa como esta, pero están dispuestas a luchar lo que haga falta, ¡y no lo harán solas! Ahora más que nunca todos debemos estar al lado de todos los trabajadores que son explotados para luego ser expulsados burdamente de sus puestos de trabajos como si nada, como si hubieras sido únicamente un chicle que al perder el sabor pierde su valor. ¡Pero eso no es así! Ya llevan una media de un mes y medio sin cobrar sus finiquitos y ya es hora de que les sea devuelta su dignidad. Y la empresa, en vez de andar gastando grandes cantidades de dinero y acudir a los bancos para endeudarse más para presentar nuevos tratamientos con maquinaria que cuesta “un dineral”, mejor que busquen la manera de pagarles a sus ex trabajadoras, que es hora. Porque lo que pueda surgir del resultado de este tipo de siniestros que cuyos artífices son empresas con tanta falta de ética y moral como Centros Único debería ser temida por los mismos dirigentes y propietarios de estas empresas que basan su vida en el lujo gracias al trabajo ajeno, ¡como cualquier otro capitalista o burgués más!
Y para colmo las censuran y silencian en redes sociales cuando lo único que intentan es darle a conocer a las personas, a todos ustedes, queridos lectores, las injusticias a las que son sometidas las ex trabajadoras de la empresa. Quede todos sus clientes escarmentados en salud al poder encontrarse con que en algún punto la marca tenga que cerrar por deudas y se queden con tratamientos a medias o con bonos que sólo han servido para acrecentar una estafa a todos los que son víctima de Centros Único, sean trabajadores aún dentro de la empresa, ex trabajadores o clientes. Si no son capaces siquiera de pagarles a 19 personas, cuando la empresa quiebre, ¿cómo le pagarán a esos 200 ó 500 –la cifra ronda entre las dos anteriores aproximadamente– empleados con los que se estima cuenta la empresa en total? La respuesta es simple: no lo harán. Simplemente se desvanecerán entre las tinieblas del capital y se sus leyes ridículas basadas en modelos económicos frívolos como el capitalista o el keynesiano –que no es más que una excusa para mantener a socialistas contentos por su intervención estatal que no vale para nada y que no sólo eso, sino que encima empeora la condición de todas las personas y los trabajadores que no son libres ni capaces de llegar a su emancipación–. Esto es un problema muy serio del que deberíamos ser todos conscientes, pues una empresa tan grande e importante para el sector del que forma parte la empresa Centros Único no deja de ser una fuente de trabajo, de personas que dependen de una empresa que cuenta con muy poca vergüenza o que realmente están al borde de su caída al abismo para comer.
Reflexionando más profundamente sobre lo que puede llegar a suponer el impago de personas que les han sido fieles a la empresa, replanteándonos los principios e innovaciones de las que presume la empresa de forma pública… ¿Hasta qué punto esta empresa, Centros Único, cumple con lo que promete? ¿Hasta qué punto es capaz de ganarse la confianza del cliente como presumen tan orgullosos? ¿Realmente vamos a seguir permitiendo como trabajadores, ese pilar fundamental que mueve el mundo, el engranaje del que se mueve la maquinaria de la Madre Tierra; seguiremos consintiendo que las empresas abusen de todos nosotros y que nos humillen como quieran como les ha sucedido a nuestras compañeras trabajadoras, masculladas y malheridas por la empresa en la que confiaron para depositar su entusiasmo y su pasión en algo que realmente disfrutaban como lo es el trabajo estético respectivo a las personas? ¡No! No podemos seguir consintiendo que se den este tipo de casos tan indignantes. Es un frente abierto que tenemos todos los trabajadores y trabajadoras y al que debemos unirnos para luchar por lo que es nuestro, por nuestra dignidad y nuestra libertad. ¡Estamos hartos de que estos casos se den día a día y que nadie haga nada! Ni siquiera nuestro gobierno tan socialista teóricamente y que se preocupa por los trabajadores mueve un dedo.
Compañeros, compañeras, debemos entender de una vez por todas que juntos somos más fuertes y que la cantidad de logros que podamos llegar a obtener como raza queda en nuestras manos, en nuestro esfuerzo colectivo. Y uno de esos logros consistirá y se basará en que casos como el que hoy tratamos de Centros Único y los abusos a sus trabajadores dejen de existir y de producirse por toda la geografía de nuestro territorio. Seamos nosotros mismos los que obremos por un mundo mejor, por un mundo donde 19 trabajadoras tengan justicia de forma eficaz y humana de verdad.
¡No dejemos que una vez más gane el capital, que nos hundan en la miseria y que se aprovechen de nosotros como si fuéramos productos de usar y tirar, que es en lo que nos acaban convirtiendo! ¡Luchemos junto a nuestras compañeras para recuperar la dignidad! Porque basta que un solo trabajador sea humillado para haber denigrado nuestra integridad como clase trabajadora. Unámonos a la lucha contra Centros Único.
NOTA IMPORTANTE: Si usted tiene alguna queja del estilo o alguna situación injusta o que usted considere que lo humilla, degrada, etc, no dude en contactar con nosotros por correo a comunaagatuna@gmail.com o directamente desde nuestra página web. Le daremos toda la voz y visibilidad posible por tal de intentar cambiar algo de su situación o, por lo menos, para hacer su caso real y palpable para todos, aludidos, no aludidos y semejantes a usted. No está solo o sola.
Gracias.