Recientemente la empresa Centros Ideal ha visto el final de su vida económica como entidad propia y con su caída muchas son las noticias y las revueltas que se han ido formando en torno a la figura de la entidad empresarial que llevaba pasando por momentos difíciles desde la pandemia, según alegan la misma empresa en una carta oficial que se puede encontrar en su página web. Los clientes han salido en torva a reclamar con antorchas y rastrillos prácticamente lo que es suyo, es decir, el dinero que le corresponde a cada una de estas personas por tratamientos no finalizados o planificados, sean bien financiados por entidades bancarias o de su propio bolsillo.
En respuesta a esto muchos han sido, a su vez, los medios de comunicación y distintos periódicos regionales como el Diario de Sevilla o Cordópolis, e incluso otros a nivel nacional como El Mundo. Estos han sido los principales emisores de la noticia y, de esta manera, han servido de ayuda a muchos clientes que han sido afectados por el cierre “sin previo aviso” de esta entidad empresarial. Pero, pregunto, ¿hasta qué punto este cierre ha sido sin previo aviso?
Realmente el cierre de todos los centros de la península pertenecientes a Centros Ideal –a excepción de algunas sucursales que aparentemente no eran propias de la empresa como tal situadas en Santander– no es una novedad para muchas otras personas que si bien no son clientes, son o fueron, mejor dicho, la pieza clave de la empresa: los trabajadores y las trabajadoras de Centros Ideal. Aquellas 1500 personas en total que han sido despedidas y que han visto cómo su relativa estabilidad económica se ha ido al garete estas fiestas de Navidad, en vísperas del nuevo año 2024. Aunque quien mejor nos lo pueden asegurar son un total de 500 trabajadores y trabajadoras de la empresa entre personal activo y otras que fueron despedidas; pues desde Comuna Gatuna nos hemos puesto en contacto con ellos para que nos cuenten su situación y cuáles eran los problemas que la empresa venía arrastrando desde hace ya bastante tiempo.
De esta manera debemos remontarnos a octubre de este mismo año, cuando muchas personas se vieron afectadas por improperios, abusos y actividades ilegales que la empresa realizaba de forma encubierta por el silencio hacia sus trabajadores, esas 500 personas que se han ido sumando hasta la hora de ahora. Estos honrados y honradas trabajadores y trabajadoras denuncian situaciones de manipulación como la imposición por parte de la empresa a seguir vendiendo los productos de la empresa a pesar de no formar parte del equipo al haber sido despedidos, siendo chantajeados con no ser pagados si no cumplían dichos designios; así como también denuncian unas condiciones ridículas en este sentido a la hora del despido que afectó a muchas de estas personas: sin finiquito, sin pago de ningún tipo o remuneración, sin ninguna indemnización… Para que luego venga la empresa y denuncie su situación a Fogasa, entidad a la que tendrían que acudir estos trabajadores de forma ilegal al no haberse declarado en quiebra en el momento previo a las situaciones que estamos viviendo actualmente.
Esta situación se vino dando durante dos meses hasta que el colapso de la empresa aparenta haber sido total en estos momentos.
Ahora, a diferencia de antes, es que no son 500 personas –que ya de por sí resulta una cifra desorbitada, y mucho más teniendo en cuenta de que los despidos iban acompañados de actividades totalmente ilegales, muchas de las cuales se han llevado a juicio, sin ningún tipo de éxito al haber sido ignoradas por la empresa a la hora de la conciliación que se suponía acordada por ambos miembros–, ahora contamos con 1500 personas aproximadas más las anteriores. Casi 2000 despidos, casi 2000 vidas, casi 2000 personas que han visto cómo su trabajo ha sido pisoteado y menospreciado por una empresa y por los demás medios de comunicación al haber ignorado su situación durante todo este tiempo. Quiero recalcar esto último si me lo permite, querido lector; son 2000 personas como usted, o como su madre, padre, hermano, hermana, tío, tía, vecino, vecina, amigo o amiga, o como yo, que han recibido un golpe crítico. La confusión, la indignación, así como la rabia y la impotencia predominan en el sentimiento general de todas ellas, que ahora más que nunca deben estar unidas como un único bloque que forman y que no dejan de ser, la clase trabajadora. Es en este momento cuando hay que luchar por lo que es nuestro como trabajadores, por nuestra dignidad, nuestra justicia y nuestros derechos.
Debemos actuar rápido como trabajadores, aún están a tiempo todas estas personas de reclamarle a la empresa su dinero antes de que la entidad en sí como tal desaparezca y gracias a su responsabilidad jurídica pierda todas las deudas que tiene con trabajadores y trabajadoras, y, por supuesto, con sus clientes –pero mucho se ha hablado de estos ya, hablemos especialmente de aquellas personas que depositaron toda su ilusión y pasión en su trabajo para Centros Ideal y el cliente, todo para acabar siendo humillados por la empresa de esta manera–. Hay que movilizarse y aprovechar, el tiempo más que nunca ahora es vital para cobrar el finiquito que os deba la empresa. ¡No os dobleguéis, compañeros y compañeras, ante sus atentados contra vuestra dignidad, haced que los que se dobleguen sean ellos y se vean forzados a pagar! Sean los medios la protesta mediática o la directa en las calles, además de los tribunales. ¡Luchar, compañeros, luchar!
No estáis solos, contáis con el apoyo de vuestros hermanos y hermanas que están en la misma situación. Se ha abierto un grupo de WhatsApp en el que podrán compartir información, ayudarse entre sí y propiciarse el apoyo necesario entre todos ustedes. El número es el siguiente: (buscar su Instagram). Además de esto, hay una cuenta de Instagram: @centrosideal.nopaga. También cuenta de Facebook en donde se les encuentra como Centros IDEAL NO PAGA.
Desde Comuna Gatuna queremos transmitir nuestras condolencias y todo nuestro apoyo a todos y todas mis compañeros y compañeras afectados por Centros Ideal y sus actividades ilícitas, repugnables e injustas. Comuna Gatuna está en toda su disposición posible dentro de sus capacidades posibles como pequeña página obrera cuyo propósito es el de darle voz a los trabajadores y trabajadoras que han sido maltratadas por empresas denigrantes como lo es la de Centros Ideal.
Compañeros, compañeras, no podemos dejar que pisoteen así a nuestros hermanos trabajadores y hermanas trabajadoras. No podemos permitir que las empresas nos den este trato asimilado al que le podrían dar a un deshecho humano en la calle. ¡Los trabajadores estamos hartos de que las empresas se crean las diosas del mundo nada más por ser el motor económico del país! ¿Pero quién es el combustible de ese motor? Efectivamente, ¡el trabajador! Y como tal este debe luchar contra la explotación, la injusticia y el abuso de poder en pos de su emancipación y la libertad merecida de toda persona oprimida, sean asalariados, proletarios, jornaleros, campesinos, ganaderos, estudiantes, profesores, etc.
Basta ya de responder ante instituciones que no valen la pena sostener. Nosotros, compañeros y compañeras, somos el futuro de nuestro territorio y deberíamos ser los dueños de nuestras vidas, ¡hagamos que eso sea así de verdad! Porque recuerde, querido lector, nadie podrá salvarnos más que nosotros mismo.
La emancipación del trabajador queda en sus propias manos.
NOTA IMPORTANTE: Si usted tiene alguna queja del estilo o alguna situación injusta o que usted considere que lo humilla, degrada, etc, no dude en contactar con nosotros por correo a comunaagatuna@gmail.com o directamente desde nuestra página web. Le daremos toda la voz y visibilidad posible por tal de intentar cambiar algo de su situación o, por lo menos, para hacer su caso real y palpable para todos, aludidos, no aludidos y semejantes a usted. No está solo o sola.
Gracias.