Una vez un grupo de gatetes callejeros que eran oprimidos por un gran perro rabioso se juntó y llegó a la conclusión de que no podían seguir como estaban, de que la situación que vivían debía dar un vuelco y que no podían seguir dejándose hacer por el poder de ese perro sucio. Nosotros somos esos gatos, ese grupo que se resiente y que reside en callejones húmedos. Esos gatos son los obreros, son los campesinos y agricultores, ganaderos y trabajadores proletarios, y los estudiantes y profesores. Nosotros no somos esclavos, ¡nosotros somos anarquistas! ¡Todos juntos, compañeros, por la libertad!