Pareciera que Centros Único se hunde, y con la empresa cientos de personas se ven afectadas por los desvaríos de la misma, poniendo en tela de juicio su situación personal a todas las máximas esferas posibles en su día a día. No es el primer caso que tratamos de Centros Único, de depilación láser y medicina estética… Pero este parece ser una muestra más de su falta de escrúpulos y un ejemplo del sino que tiene la empresa. Siendo a su vez una mancha más que ensucia la opinión del sector de la medicina estética.
Ahora bien, ¿qué es lo que ha pasado y qué es lo que pasará con esta nueva trama de Centros Único? Veámoslo.
Hace poco recibimos la noticia de que la empresa a cargo de Centros Único a partir de 2015, HIG Europe, quien adquirió la compañía fundada originariamente por Azucena Rubio y Jorge Cabrero en 2011, realizó a finales de febrero de este mismo año 2024 un procedimiento de despido colectivo o ERE que afectaría a un total de 274 empleados y empleadas y supondría el cierre de 10 centros repartidos por toda España. Esta noticia les sería dada a los trabajadores afectados el 22 de febrero, quienes emprenderían una reunión entre la empresa y sus sindicatos en la que negociarían el despido, los términos en los que se darían… Sin llegar a un acuerdo y sin ser informados de forma transparente sobre cómo se llevaría a cabo el procedimiento y sin alegar motivos sólidos por el que se procede al despido.
Finalmente y con la evolución de la situación sólo serían despedidos 31 trabajadores y trabajadoras de diversos puestos como operadoras, esteticista, encargadas, asesoras, y serían cerrados 8 centros en total, debido a que los otros dos restantes sí encontrarían compradores. Los centros específicamente son: Las Dunas, Camas, Dos hermanas, Mediterráneo y Gran Plaza en Andalucía, Plaza Mar 2 en la Comunidad Valenciana, Montigala en Cataluña y Max Center en el País Vasco.
Respecto a las indemnizaciones, “la empresa manifiesta durante el proceso que por imposibilidad económica y falta de liquidez le resulta imposible ofrecer una indemnización superior a 20 días de salario por año de servicio, y que su pensamiento inicial es proceder al abono de la misma a plazos 12 mensualidades. La Comisión Negociadora muestra su disconformidad, tanto con la cuantía como con los plazos ofrecidos por la empresa, manifestando que, si la indemnización se pagara en plazos, debería existir un ofrecimiento mayor en la cuantía de la indemnización, proporcionando algunos ejemplos de ello”. Además, “la empresa se ratifica en su imposibilidad económica y manifiesta que no puede plantearse a la vez salvar puestos de trabajo, lo que implica mantener costes salariales anuales, e incrementar la cuantía de la indemnización, pues no podría afrontar los pagos del día a día”. Cabe resaltar que Centros Único acredita tener 13 millones de euros en pérdidas. La empresa alega que una solución planteada habría sido despedir una cuantiosa cantidad de trabajadores, de ahí los datos iniciales; en cambio, una vez teniendo la oportunidad acaban resultando en una cantidad bastante inferior –recordemos que pasamos de 274 a 31 trabajadores despedidos–. Resulta algo incongruente, ya que los gastos que la empresa tendría que afrontar seguirían siendo altos por el “mantenimiento” del resto de empleados y empleadas.
No sólo con esto, también parece haber algunas manchas, puesto que algunas empleadas recibieron una carta de traslado meses antes de anunciar el ERE. Dicho centro al que ellas pertenecían no estaba en el listado de centros afectados y pretendían trasladarlas a un centro que sí estaba entre los afectados y que finalmente cerró, por lo que hoy día podrían haber seguido manteniendo su puesto de trabajo de no ser por ese traspaso. Nos consta que ya se han tomado acciones legales al respecto.
Añadimos varios casos de excedencias por guarda a cargo de un menor que se trataron en las negociaciones, o lo que quiere decir, trabajadoras que por problemas médicos de sus hijos tienen que ausentarse de su puesto de trabajo temporalmente para cuidarlo, como cabe de esperar y entra dentro del sentido común, pero que en cambio fueron despedidas incluso habiendo demostrado disposición a volver al trabajo en cuanto la situación se normalizase. Es curioso conocer de sus despidos puesto que esa ausencia temporal no le supone ningún gasto a la empresa. Parece ser que los despidos improcedentes están hechos bastante a dedo…
A partir de mayo y durante doce meses se supone que se irían pagando las indemnizaciones de forma proporcional, y así ha sido, recibieron esa parte el día 8 de mayo; pero además de esto siguen sin ver ningún otro tipo de pago sobre el finiquito. La empresa se excusa y dice no poder pagar las indemnizaciones directamente para proteger el salario de los trabajadores que aún se mantienen en la empresa, pero con esas nos llegan casos de personas dentro de la empresa que aún no han cobrado. En cambio, para la empresa Centros Único sí parece haber dinero para publicidad, para sacar promociones y para contratar nuevos trabajadores, pues vemos vacantes a la empresa en páginas y aplicaciones de búsqueda de empleo (igual a como pasaba con el último ERE que también relatamos en Comuna Gatuna). Son dos caras idénticas de la misma moneda en la que sólo relucen actos denigrantes y vulneración de la dignidad de los trabajadores por parte de la empresa. ¿Por qué estas 31 personas con sus familias tienen que verse arrastradas al despido improcedente de la empresa a la que le ofrecían su fidelidad incondicional? De nada sirve despedirlas si al final sí hay dinero para otras cosas. No se les puede justificar su despido diciéndoles que es por el beneficio de otros trabajadores dentro de la empresa casi literalmente y luego no pagarles a ellos tampoco, al mismo tiempo que gastan en otros aspectos.
Centros Único, ¿no eres consciente de que esa gente que trabaja en tu empresa tiene que comer, que pagar un alquiler, que cuidar de una familia? Muchos trabajadores han quedado en situaciones realmente delicadas después de estos sucesos.
Es triste, pues el futuro de 31 personas queda incierto y dependen de la velocidad de un sistema penal que no tiene fama por ser el más eficaz del mundo y de la benevolencia de la patronal de la empresa, sin contar con que los sindicatos decidan hacer bien su trabajo y luchen hasta el último aliento si hace falta. Pero la lucha real la van a tener que afrontar en su día a día, en cada momento de su vida, teniendo que afrontar gastos sin tener ingresos, teniendo que pagar los correspondientes impuestos, medicinas y alimentos para sobrevivir y mantenerse… Tan grave es la situación que muchas de estas personas se encuentran en números rojos, sin poder cobrar el paro hasta junio y mientras tanto sin recibir un mísero euro para pagar las facturas que no cesan de llegar. ¿Por qué han de sufrir esto? ¿Acaso es su culpa que esto suceda de esta manera? No. Sin duda no hay derecho a que ningún trabajador tenga que pasar por esto. No es justo lo que la empresa les ha hecho, denigrarlos y humillarlos de esta manera tan burda, patearles de sus puestos de trabajo como si esos perritos que son regalos de Navidad se tratasen, que una vez crecen son abandonados a su suerte en los callejones y las cunetas de las carreteras. ¡Es una vergüenza esta situación y no podemos consentir que se repita! ¡Ya van dos veces que Centros Único atenta directamente y de forma descarada contra la vida de sus trabajadores!
Por otra parte y para poner de manifiesto las actitudes de la empresa con sus trabajadores y trabajadoras, “nos hemos enterado que después de lo ocurrido algunas trabajadoras de un centro han presentado la candidatura a comité de empresa ya que no lo teníamos, les mandaron un burofax y la empresa les contesto diciéndoles que eso no lo podían hacer”. Parece ser que “a estas trabajadoras les están diciendo que lo único que quieren es hundir la empresa y (en realidad) quieren que se respeten los derechos de los trabajadores y no hagan lo que ellos quieran” como llevan haciendo desde el primer ERE que protagonizaron el año pasado y que aún a día de hoy deja mucho de lo que comentar. No debe caer tampoco en el olvido la lucha que emprendieron las 19 extrabajadoras de Centros Único que fueron humilladas de formas muy parecidas a las que estas 31 personas sufren a la hora de ahora.
Tampoco es justo para los clientes, ya que muchos se han quedado colgados en el aire en mitad de sus tratamientos sin haber sido siquiera notificados del cierre de sus respectivos centros. Invitamos a todos estos clientes a denunciar a la empresa y someterlos más todavía. Una empresa tan hipócrita como Centros Único no merece el dinero del cliente que deposita en la empresa toda su confianza, parte de su autoestima y, sobre todo, su salud. ¡Y que sean hipócritas no es algo despectivo, es una realidad! No hay que hacer una simple búsqueda en Google y encontrarse con su página web, ver los valores de los que presumen y contemplar cómo mienten al decir que el trato al cliente es su mayor prioridad –la del trabajador ya hemos visto en varias ocasiones que no lo es desde luego, así que por eso tampoco se les puede decir demasiado, ya lo han dejado claro–, cuando ni les notifican formalmente de su cierre y tampoco cogen sus llamadas en búsqueda de respuestas por ende.
Todos debemos estar unidos, tanto trabajadores como clientes, en la lucha contra la tiranía laboral de Centros Único.
¿Qué acciones piensan tomar los afectados por el ERE? De momento se mantienen prudentes y pretenden seguir con el procedimiento habitual establecido para este tipo de casos de despido improcedente: “escrito en el SMAC para intentar llegar a un acuerdo con la empresa” y, frente a la posible ausencia de representación de la empresa en dicha reunión, ahora sí, demandarles y tomar acciones más acciones legales.
Los trabajadores y trabajadoras despedidos por Centros Único también quieren denunciar entre lo ya mencionado anteriormente la situación de desigualdad respecto a las condiciones laborales que se dan entre unos centros y otros y algunos comportamientos ilícitos y malversados de la empresa. Un ejemplo de esto sucede con las encargadas que son “obligadas” a ocupar su puesto de trabajo en horas puntas del día, mientras que otras tienen puesto fijo de mañana, sólo por el mero hecho de ser encargadas. Unas trabajan los sábados incluidos, mientras que otras trabajan hasta los fines de semana. En cómputo general, esto acaba resultando una situación insostenible respecto a los horarios que deben enlazar con sus familias, teniendo incluso que justificar días de libre disposición a la empresa. Favorecen a unas encargadas de forma arbitraria mientras que “fuerzan” a otras a llevar a cabo jornadas laborales más largas según la conveniencia de la empresa.
No podemos dejar que el trabajo absorba de una manera tan brutal al trabajador, al hombre o a la mujer, que se vea forzado a ausentarse de su propio núcleo familiar por los designios ilegales de una empresa, en este caso de Centros Único. Es una situación que como sociedad no podemos tolerar, contra la que debemos luchar y erradicar de un golpe sobre la mesa para evitar que muchas familias tengan que evadirse de sus seres más cercanos como podría ser usted, querido lector, con sus hijos e hijas o con su padre y su madre o con cualquier otra persona cercana y querida para usted. Es en el momento en el que el trabajo anula tu propia vida que se vuelve explotación en su máximo esplendor… Como sucede en el caso de estas encargadas.
Dirían: “Conocemos casos de compañeras que eran operadoras, asesoras o responsables de turno y durante muchos meses estuvieron haciendo funciones de encargada sin que se lo cambiaran en el contrato, cuando ambas categorías tienen diferencias de responsabilidad y salariales”. El chiste se cuenta solo.
Relacionado con los sindicatos, también conocemos el caso de una trabajadora de otro centro que hace un tiempo se hizo enlace sindical. A partir de ese momento la empresa empezó a ningunearla y a dejarla de lado, más no sólo a ella, también al resto de sus compañeras: “dejaron de enviar a las chicas a formaciones, dejaron de enviarles correos importantes informativos y se enteraban de lo que pasaba por otras compañeras, ni quiera les mandaban las promociones del mes...”. ¡Y todo por intentar defender al resto de sus compañeras de los abusos que esta empresa sí comete! Centros Único sí es culpable de explotar a sus trabajadores y abusar de sus horarios y sus sueldos, jugando con ellos como si fueran fichas de ajedrez. Han de saber que el rey también cae, y el jaque mate está cerca. Lo saben. Pero eso no les justifica sus actos. Tampoco justifica que las comisiones por ventas individuales y colectivas sean distintas dependiendo del trabajador y de los centros.
No. No todo vale. No vale que manden una carta a los trabajadores (la cual no podemos mostrar en este artículo) haciéndoles ver como importantes, como piezas clave de la empresa, para que luego resulten ser el último excremento al fondo de una nevera mal cuidada y destartalada. ¡No hay derecho! ¿Pero saben a qué sí hay derecho? A un trato justo y favorable al trabajador, a que no se abuse del trabajador ni se le discrimine o se le suprima de la plantilla de forma injusta por tener hijos, a que se le trate y respete como es debido, a que se le pague cuando es debido y a que no se le abandone a su suerte después de despedirlo abruptamente, haberse reído de él en una negociación y echarle encima la culpa a estos mismos “pilares clave” de la empresa de su despido, alegando que así salvan el puesto de trabajo de otros.
Sin duda, no debemos dejar que esto siga sucediendo en este país tan socialista y con tanto Estado de bienestar que tiene. ¿Enserio queremos que las empresas sigan tratando así al trabajador? ¡Esos somos nosotros! ¡Somos nosotros quienes sufrimos estos abusos! Este caso que tratamos hoy no es sino un ejemplo más de la realidad que muchas personas tienen que sufrir día a día. Si no es con una de las situaciones expuestas es con otra, y si no se ven relacionadas con estos casos de EREs que suelen desembocar en procesos judiciales tediosos y casi infinitos.
Que esta situación cambie no está sólo en manos del gobierno, de hecho el gobierno es el que menos poder tiene para cambiar esta situación. Somos nosotros, el pueblo obrero el que tiene el poder de llevar a cabo grandes cambios. Pero para ello debemos ser conscientes de la situación, de nuestro potencial y de nuestro porvenir si no tomamos las riendas de nuestra realidad, si no tomamos las riendas de nuestro propio destino.
NOTA IMPORTANTE: Si usted tiene alguna queja del estilo o alguna situación injusta o que usted considere que lo humilla, degrada, etc, no dude en contactar con nosotros por correo a comunaagatuna@gmail.com o directamente desde nuestra página web. Le daremos toda la voz y visibilidad posible por tal de intentar cambiar algo de su situación o, por lo menos, para hacer su caso real y palpable para todos, aludidos, no aludidos y semejantes a usted. No está solo o sola.
Gracias.