Cegados - por Balta G. Balboa

Es enervante cómo siendo la sociedad primermundista actual, la más rica, informada y avanzada de la historia, como nos manipulan con la división, con el falso enemigo y con todo el extremismo que aflora de los que dicen ser de derechas y de los que dicen ser de izquierdas. 

     Atacan nuestra libertad con el enemigo y la lucha del gran hermano, ricos contra pobres, mujeres y hombres, burgueses y proletariado, siempre con esa misma retahíla que lo único que hace es cegarnos del enemigo real, el mal político. Marx establecía que como seres históricos y sociales que somos hemos mantenido una lucha de clases, fuertes y débiles, patricios y esclavos, nobles y siervos y actualmente, burgueses y proletariado. 

     Marx no se equivocó en mostrar la lucha de clases, pero enfocó mal cuál era ese enemigo en la última fase, el enemigo era el mal político. La culpa de que los trabajadores fueran y sean explotados es del político, por no pararle los pies al propietario, el que se adueña de tu libertad y trabajo mediante votos e impuestos y hace con ellos lo que le da la gana es el político, el que permite y establece artimañas, guerras sociales, engaños y tropelías contra la libertad es él, no hay nadie más. 

     Visto ya el verdadero enemigo, ¿qué deberíamos hacer contra él? Bien, como seres políticos que somos, es imposible establecer unas normas sin parlamentar, por lo que el político es una figura que a no ser que cambiemos de la democracia a un sistema más atrasado, como el comunista o el feudalismo u otros, esa figura se va a mantener necesaria. Claro está que aunque es una figura necesaria no es inmutable por lo que propongo que para atar al mal político a ser un político de bien se deben establecer estás condiciones: 

• Implementar pena de tortura y de expropiación total, que sea implementada a todo político que se vuelva envuelto en casos de corrupción o prevaricación, haciendo así que el político tenga el miedo de hacer un mal trabajo.
• Separar por completo los poderes ejecutivo, legislativo, judicial y militar, para que así no se puedan aliar los poderes para someter al pueblo.
• Obligar a las 3 primeras potencias a pactar entre ellas si no existe mayoría absoluta, para que así la prostitución de votos  sea mínima y no se den casos en los que las primeras potencias busquen gobernar a toda costa.
•  Llegar a un acuerdo en la ley de educación entre todos los partidos y que se vote punto por punto en vez de un plan y otro, para así buscar las mejores leyes de educación. 
• No subvencionar a los partidos políticos y sobre todo a los sindicatos, para que así realmente se defiendan los intereses de los ciudadanos y no sean un método de vida. 

     Aun poniendo estás 5 normas, debemos tener una más en cuenta, debemos como individuos cultivar nuestro criterio para que así los poderosos no nos pisen y ser siempre objetivos y no cerrarse a una idea, para que así no seamos inmiscuidos en debates que buscan la polarización y el odio entre nosotros, para así mantener la partidocracia. 

     Compañeros españoles, volvamos a crear una nación unida, mesurada y justa. El pueblo unido jamás será vencido.

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